Nos hacemos eco del artículo publicado hoy en el diario expansión (www.expansion.com)
Trabajo tiene lista la orden del ‘asalto’. La excusa: los ingresos de  las mutuas crecerán un 10% por una supuesta recuperación del empleo, así  que les sobrará dinero para gestionar bajas.
El Ejecutivo vuelve a la carga. El fin de curso está a la vuelta de  la esquina y el Ministerio de Economía quiere presentar a toda costa  unas cuentas pulidas de la Seguridad Social. El objetivo es que el  superávit alcance el 0,4% del PIB (4.509 millones de euros), una meta  ambiciosa si se tiene en cuenta que la gasolina que nutre al sistema,  las cotizaciones sociales, lleva meses en caída libre y en 2011 se está  recaudando bastante menos de lo previsto.
 
Pero a realidades complicadas, soluciones extraordinarias. El  Ministerio de Trabajo han preparado una orden, a la que ha tenido acceso  EXPANSIÓN, que le permitirá arañar 275 millones de euros a las mutuas  de accidentes de trabajo. El cómo llevarán a cabo la operación es  sencillo: simplemente reducirán el porcentaje de recursos con el que  cuenta estas instituciones privadas para gestionar los procesos de  incapacidad temporal por contingencias comunes (IT). Actualmente, de  todo el dinero que aportan trabajadores y empresas para cubrir este tipo  de bajas, la Seguridad Social traspasa una parte a las mutuas, ya que  de ellas dependen la cobertura de 11,5 millones de personas.
 
Pues bien, es detrayendo una parte de esos ingresos que corresponden a  las mutuas para la gestión de bajas laborales de donde la Seguridad  Social espera obtener ese colchón financiero.
 
Pero el capítulo más enrevesado tiene que ver con las razones que  esgrime Trabajo para llevar a cabo el golpe. La primera: que la  evolución del gasto en prestaciones por IT de los trabajadores por  cuenta ajena “se ha venido reduciendo de manera importante”. Y así es,  la previsión es que en 2011 se dedique a este capítulo 2.476 millones,  un 7,5% menos que el año pasado. Entre otros motivos, porque está  demostrado que en épocas de crisis la gente es menos propensa a cogerse  bajas.
 
El segundo motivo va por otros derroteros. El Gobierno alude a que  los ingresos previstos para cubrir bajas temporales por parte de las  mutuas ascenderán a 3.307,19 millones, una cifra que supera en un 10% a  la que aparece en las Cuentas aprobadas para este año.
 
Se trata de una lectura optimista que presupone una recuperación  exprés del mercado laboral, que requeriría un aumento de número de  cotizantes medio de 700.000 trabajadores para todo 2011 (1.400.000 para  lo que queda de año), un escenario alejado de la realidad.
 
La controversia de este recortazo no se queda ahí. El encaje de  bolillos que pretende llevar a cabo el Ejecutivo hará que para muchas  mutuas no cuenten con el dinero suficiente para gestionar las  prestaciones por IT, lo que podría traducirse en un déficit en la  gestión de esta prestación. Esta medida supondrá tener que aplicar parte  de las reservas de estabilización para tapar esos número rojos, con lo  que se verá mermada su solvencia.
 
Otra consecuencia es que algunas entidades no podrán dotar el límite  mínimo del 5% de su resultados a la denominada reserva de  estabilización.
 
Una lista de intentos
Es la cuarta vez que el Ejecutivo mercadea con las mutuas para intentar sacar algún rédito (ver apoyo).
 
El cerco de Trabajo se basa en que estas asociaciones de empresarios  tienen dinero sobrante (4.850 millones de euros), lo que justificaría  que se use para otros fines. Pero el planteamiento conlleva problemas de  bulto. Y es que el dinero que atesoran las mutuas en sus reservas  tienen el objetivo de garantizar su propia solvencia. En todo caso,  dicen los empresarios, se podrían bajar las cotizaciones. Al fin y al  cabo, si sobra dinero, ¿para qué seguir manteniendo el mismo nivel de  cotizaciones sociales?