Las personas que tienen trabajos muy exigentes
y poca libertad para tomar decisiones tienen un 23 por ciento más de
probabilidades de sufrir un ataque al corazón, en comparación con sus
pares sin estrés laboral, según un estudio publicado en 'The Lancet',
realizado en 200.000 personas de siete países europeos.
"La puesta en común de estudios publicados y no publicados nos ha
permitido investigar la asociación entre la cardiopatía coronaria (CC) y
la exposición al estrés laboral (definida por altas demandas laborales y
el bajo control de decisión) con la mayor precisión conseguida hasta el
momento", explica Mika Kivimäki, del University College de Londres,
quien dirigió la investigación.
Estudios previos que habían examinado el impacto del estrés
laboral sobre la enfermedad coronaria no fueron consistentes en sus
resultados, ya que eran de alcance limitado y estaban plagados de
deficiencias metodológicas, incluyendo el sesgo de publicación y el
sesgo de causalidad inversa.
En este nuevo meta-análisis Kivimäki y sus colaboradores
analizaron la tensión laboral en trabajadores sin CC que participaron en
13 cohortes europeas --en Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia,
Países Bajos, Suecia y el Reino Unido-- entre 1985 y 2006. Todos los
participantes completaron cuestionarios al inicio del estudio para
evaluar la exigencia de sus trabajos, la carga de trabajo excesiva, la
presión temporal y la libertad para tomar decisiones.
Los investigadores registraron 2.356 eventos de CC (un primer
ataque al corazón no fatal o muerte coronaria) durante el curso de los
7,5 años de seguimiento. Los riesgos de CC fueron un 23 por ciento
mayores en las personas que reportaron estrés laboral, incluso después
de tener en cuenta factores como el estilo de vida, la edad, el sexo y
el nivel socioeconómico.
Kivimäki añade que "reducir el estrés laboral podría disminuir la
incidencia de enfermedades; sin embargo, esta estrategia tendría un
efecto mucho más pequeño que la lucha contra los factores de riesgo
habituales, como el tabaquismo y la inactividad física".
En un comentario vinculado, Bo Netterstrom del Hospital
Bispebjerg, en Copenhague (Dinamarca) señala que "la prevención de
estrés en el trabajo podría reducir la incidencia de enfermedad cardiaca
coronaria en un grado aun mayor que lo declarado por los autores en
este estudio". Netterstrom concluye que "la inseguridad laboral y los
factores relacionados con el capital social y las emociones ganarán
importancia en el futuro".
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