Las cifras globales son positivas desde hace cinco años: la siniestralidad laboral baja en Cataluña desde 2007. Entre 2010 y 2011 la caída fue del 10%, si se suman los accidentes leves, graves y mortales. La nota discordante son estos últimos: los fallecidos en accidente laboral pasaron de 64 a 78. Son 14 personas más, una por mes, el 22% si se mira el porcentaje.
El director de relaciones laborales del Gobierno catalán, Ramon Bonastre, subrayó ayer la "tendencia global", positiva y "significativa": los más de 160.000 accidentes de 2007 se han rebajado hasta algo más de 92.000. Pero los accidentes con resultado de muerte, que se mantuvieron estables en 2007, 2008 y 2009 (en torno al centenar), cayeron en 2010 hasta 64 y vuelven a repuntar hasta 78. Bonastre no eludió la cifra y, tanto para la buena como para la negativa, consideró que "la siniestralidad precisa siempre mejora". "Tenemos que huir del conformismo" pese a la tendencia global a la mejora, dijo.
El análisis de los 78 accidentes mortales del año pasado muestra que 15 fueron accidentes de tráfico a la ida o la vuelta del trabajo, 28 fueron los llamados "no traumáticos" (embolias e infartos) y los 35 restantes fueron debidos a "causas traumáticas". Este capítulo incluye aplastamientos, caídas, golpes e incendios o bien "agresiones físicas", en referencia a tres empleados que murieron durante atracos con violencia. Por sectores, la construcción sigue copando la mayor parte de los accidentes, seguida de la industria, la agricultura y los servicios. "Los accidentes mortales son muy difíciles de combatir, se trata de controlar de forma intensiva los factores de riesgo", señaló el director de relaciones laborales.
En este sentido, apuntó que hay que vincular la lucha contra la siniestralidad "con el modelo de prevención externalizada". "Los servicios de prevención deben ser permanentes en las empresas, como otras áreas, no unos días o unas horas a la semana", afirmó Bonastre.
Bonastre explicó que el Departamento de Empresa y Empleo impulsará una campaña específica para reducir los accidentes mortales. A ello dedicará "buena parte" de la tarea de los 31 nuevos inspectores de trabajo que se han incorporado a la Inspección de la Generalitat. Estos inspectores refuerzan los controles de seguridad y salud laboral, y se dedican a investigar los accidentes que se producen. Además, pondrán especial atención en las empresas donde se concentran los riesgos de sufrir los accidentes que más incidencia han mostrado en 2011: aplastamientos y caídas de altura.
La Generalitat, explicó ayer Bonastre, también está impulsando la creación del Instituto Catalán de Seguridad Laboral, que concentrará la investigación en la materia y trabaja en la Estrategia Catalana de Seguridad Laboral para el periodo 2012-2015, porque el periodo 2008-2011 terminó en diciembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario