El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, quiere cerrar la legislatura  recomponiendo las turbulentas relaciones con las mutuas de accidentes  laborales. Para ello, ha hecho caso de una propuesta presentada por la  mayoría del sector que revisa las reglas de juego mediante la  introducción de una competencia tutelada. Una de las claves será una  reducción de las cotizaciones sociales del 3% para las empresas que  permanezcan un mínimo de tres años con una misma mutua.
Sin dejar de ser entidades que dependen de la Seguridad Social, el  Ministerio de Trabajo dará un paso para abrir un mercado que ha estado  blindado a los cambios de mutua durante años por la aplicación de una  moratoria. Una vez reconducidos los casos de prácticas irregulares como  los descuentos ilegales para captar o retener a clientes, se ha puesto  en marcha la reforma del sector.
Para ello, Trabajo dispone de una batería de medidas de las que solo  podrá aprobar las más importantes y de aplicación más inmediata debido  al anticipo electoral. El proyecto de reforma del reglamento de las  mutuas al que ha tenido acceso este diario señala las líneas rojas que  no se pueden pasar: la competencia no puede dar lugar a operaciones de  lucro mercantil.
Para las empresas con más de 50 trabajadores, la medida establece la  posibilidad de beneficiarse de un 2% de bonificación en las cotizaciones  por contingencias profesionales si asumen su gestión directamente en  lugar de a través de gestorías. Y si permanecen tres años con la misma  mutua recibirán un 1% adicional. En total, un 3% de recorte de esas  cotizaciones.
El proyecto de reglamento elaborado por el equipo del director  general de Ordenación de la Seguridad Social, Miguel Ángel Díaz Peña,  establece una duración mínima de dos años con prórrogas sucesivas por  otros dos para los convenios de asociación entre una empresa y una mutua  de accidentes de trabajo. La clave de la reforma del sector consiste en  que el incentivo del 1% de descuento se pierde si se cambia de mutua.  Así se desincentiva la guerra comercial entre entidades.
El nuevo marco parte de una propuesta realizada por la mayoría de las  mutuas. Los directivos de algunas de estas entidades consideran la  norma "un paso en la buena dirección" ya que permitirá poner fin a una  moratoria para el cambio de entidad, vigente hasta enero. Sin embargo,  siguen reivindicando la naturaleza privada por la asociación de empresas  de la gestión de las mutuas, aunque utilizan fondos públicos.
FACILITAR LA FUSIONES También se abrirá el melón de las fusiones o  ventas de las sociedades de prevención creadas por las mutuas. El  proyecto clarifica la total separación de recursos entre las mutuas y  sus sociedades de prevención, que llevan a cabo las auditorías y los  reconocimientos médicos de los trabajadores. Si se cumple ese requisito,  será posible vender o incluso liquidar las filiales de prevención.  Algunos directivos habían manifestado en las últimas semanas su  intención de vender esas sociedades por su baja rentabilidad.
Trabajo fija la reserva mínima obligatoria en el 30% de la media de  las cuotas percibidas en una trienio. El Ejecutivo se reserva la  potestad de determinar en julio de cada año qué parte del beneficio  restante se destina a un fondo de prevención. En el 2010, el beneficio  total de las mutuas fue de 800 millones.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario